Nogueira pinta con la misma sencillez con la que habla. Tiene su propio juicio. -sereno y medido- sobre sus obras. No va más allá de los límites marcados por la conciencia de su “haber”.

El Porvenir Julio 3 de 1972

sábado, 21 de junio de 2008

Incomprensión

No me mueve, mi Dios para quererte
el cielo que me tienes prometido,
ni me mueve el infierno tan temido
para dejar por eso de ofenderte.

Tú me mueves, Señor,
muéveme al verte clavado en una cruz y escarnecido,
muéveme ver tu cuerpo tan herido,
muévenme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, en fin, tu amor y en tal manera,
que aunque no hubiera cielo, yo te amara,
y aunque no hubiera infierno, te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera,
pues aunque lo que espero no esperara,
lo mismo que te quiero te quisiera.

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