Nogueira pinta con la misma sencillez con la que habla. Tiene su propio juicio. -sereno y medido- sobre sus obras. No va más allá de los límites marcados por la conciencia de su “haber”.

El Porvenir Julio 3 de 1972

sábado, 21 de junio de 2008

Primera entrevista como acuarelista


El Porvenir Julio 3 de 1972

El Arte como desahogo.

La pintura para él es una distracción un cambio de actividad que lo ayuda a descansar la fatiga ocasionada por su labor en la superintendencia de una impresora, encuentra desahogo en las expresiones pictóricas. Es don Efrén Nogueira, pintor por afición, buen pintor aficionado, a quién sólo lo atrae el gusto de ver la obra terminada.
Es expositor asiduo en el Jardín del Arte que domingo a domingo atrae visitantes a la placita de Fátima en la colonia del Valle la crítica favorable del público -- el mejor juez -- lo ha estimulado a proseguir esa labor artística abrazada por voluntad propia, por simple gusto. Don Efrén Nogueira es hombre de pocas palabras; su lenguaje mas expresivo es el de la pintura, en la que se vuelca sin reticencias.

-Pinto por intuición, nunca he hecho estudios formales. Los libros me han ayudado mucho, en ellos he aprendido las técnicas de la composición y todo lo referente a la pintura. Primero comencé con óleo, pero desde hace seis o siete años pinto acuarela y creo que en esta técnica es donde he logrado cosas mejores.

El señor Nogueira es de esos hombres dotados de facultades naturales que les ayudan a realizar bien lo que hacen. Un día tomó también las herramientas de carpintería y se puso a elaborar muebles para su sala, una mesa para su comedor, una consola y la puerta de su casa. Le había pegado a la carpintería artística.

-Tampoco aprendí con algún maestro, simplemente me puse a hacerlos y aprendí haciéndolos. Ahora ya es más fácil para mi que al principio.

-¿Desde cuando pinta?

-Desde niño he pintado. Ahora el hecho de que mi obra se exhiba y los comentarios favorables que he escuchado, me impulsan a trabajar más y a superarme. Con sinceridad los elogios a mis obras, me han extrañado, nunca pensé que fueran a gustar tanto pues yo las hacía simplemente por pasar el rato y para mi propia satisfacción.

-Usted que ha conseguido elogios como pintor aficionado ¿cree que sea necesario el academismo?

-Claro que lo es, pues nos da normas para mejorar y ampliar nuestros conocimientos, nos enseña, por decir así a hablar y a expresarnos con propiedad, porque la pintura es un lenguaje del espíritu y más que un lenguaje descriptivo, debe ser la expresión de sentimientos. En mi obra veo el sentimiento en el motivo mismo que pinto y la ejecución en sí es la aplicación de la técnica del conocimiento. Se que si hubiera tenido la oportunidad de realizar estudios académicos, mi obra sería mucho mejor y resistiría el análisis de los peritos.

La sencillez y la sinceridad afloran en los conceptos de don Efrén Nogueira, artista intuitivo, consciente de sus alcances y limitaciones. Su integración al grupo de pintores que exhibe domingo a domingo en el jardín del arte de Fátima es el deseo natural de recibir el juicio preciso a una labor realizada por gusto, por placer, por satisfacer una necesidad personal de expresión espiritual y como una cooperación a la labor social que los organizadores del evento realizan. Un porcentaje de la retribución económica que los artistas reciben en cada venta que realizan esta dedicada a obras sociales.

- ¿Por qué no se dedica exclusivamente a la pintura.?

-Porque nunca he creído que pueda vivir de ello. Hay pintores que pueden hacerlo, pero yo no puedo compararme todavía con ellos.

Efrén Nogueira ha sido fotograbador y litógrafo; ha estado siempre en contacto con el color. Sus obras tienen la espontaneidad de quién dice las cosas como le salen a través de un cultivo personal, realizado por un deseo de superación. Nogueira pinta con la misma sencillez con la que habla. Tiene su propio juicio. -sereno y medido- sobre sus obras. No va mas allá de los límites marcados por la conciencia de su “haber”. Se considera simplemente un pintor aficionado y “lo que me falta para ser un verdadero pintor, es pintar, pintar y pintar”.

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