Octubre 4 de 1972
Nogueira puede competir con mejores acuarelistas
Por Margarita Meza.
Efren Nogueira es un extraordinario pintor, que aunque autodidacta, su obra puede competir con la de los mejores acuarelistas que actualmente conocemos en nuestro país. Sus obras expuestas domingo a domingo en el Jardín del Arte no han pasado desapercibidas para nadie. Poseen la calidad necesaria para llevar a su autor a las mas exigentes salas de exposición.
Efrén Nogueira es un hallazgo del Jardín del Arte antes que en la placita de Fátima. Nogueira no había expuesto en ninguna parte sus Pinturas.
Recientemente fue seleccionado por la Cámara de Comercio para representar a Monterrey en la Feria de Pomona en los Estados Unidos del Norte.
Si antes no hubiera expuesto en el Jardín del Arte nadie habría sabido que su pintura era tan buena y no hubiera habido invitación. Nogueira pinta desde que tenia ocho años en la ciudad de México, en donde nació.
Nunca abandonó sus pinceles y desde hace 20 años pinta en nuestra ciudad en donde se caso con Raquenel Gutiérrez con quién tiene cuatro hijos, Raquenel, Natalia, Sylvia y Efrén Nogueira.
Sus principales obras han sido realizadas en acuarela. Pintó óleo, acrílico, pastel, gouach y muchos otros materiales pero decididamente se expresa mejor en acuarela, lo que indica que domina sus pinceles ya que la acuarela es de las técnicas más difíciles en pintura.
Dos de sus cuadros expuestos en el Jardín del Arte nos llamaron poderosamente la atención.
Se trata del Coro de Catedral y el Frontispicio del Sagrario y la Torre Oriente, de la Catedral de México. Tiene también algunos cuadros logrados de calles de Tepozotlán y de Acolman, todos ellos de una armonía singulares.
Desgraciadamente su obra no es muy extensa, pues Nogueira, pinta solamente en sus ratos de descanso ya que su trabajo es administrativo y le ocupa buena parte del día.
Sin embargo, prometió, “Cada obra nueva la traeré al Jardín del Arte” adonde va cada domingo.
Miércoles 4 de octubre de 1972
Se trata del Coro de Catedral y el Frontispicio del Sagrario y la Torre Oriente, de la Catedral de México. Tiene también algunos cuadros logrados de calles de Tepozotlán y de Acolman, todos ellos de una armonía singulares.
Desgraciadamente su obra no es muy extensa, pues Nogueira, pinta solamente en sus ratos de descanso ya que su trabajo es administrativo y le ocupa buena parte del día.
Sin embargo, prometió, “Cada obra nueva la traeré al Jardín del Arte” adonde va cada domingo.
Miércoles 4 de octubre de 1972
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